La pandemia nos hizo valorar muchas cosas, no solo en el ámbito familiar; sino también en el trabajo. Internet, por ejemplo, que ha facilitado la comunicación en medio de las restricciones sanitarias orientadas a contener el coronavirus. En 2020, las conexiones a internet a través de fibra óptica crecieron 62%. según la Subtel. Además, el tráfico de internet móvil aumentó 37,6% entre 2019 y 2020. 

Actualmente, las conexiones 4G representan el 90, 4% de los accesos de internet móvil, lo que dejó en evidencia la increíble capacidad de adaptación de las personas frente a las nuevas tecnologías, lo que constituye una tremenda oportunidad para la logística. La digitalización de los sistemas de gestión ha sido la clave del fortalecimiento de la cadena de suministro y, muchas veces, también de la satisfacción del cliente.

Gracias a internet, que celebra su día este 17 de mayo, es posible contar con herramientas que hoy se han vuelto indispensables para la trazabilidad de cualquier producto.  Así lo hemos visto en GetPoint, donde hemos podido levantar y modelar soluciones a medida, que le permiten a nuestros clientes llevar todo el control de su almacén en línea. 

Con nuestro WMS GetPoint Logístico, el punto de partida ha sido ayudar a pequeñas y medianas empresas a tomar las riendas de las operaciones de ingreso, la administración de patios y andenes, la recepción de mercaderías, el control de calidad, la distribución por tienda y el acomodo. 

Pero, internet también nos ha permitido abrir otras puertas: visibilidad de los inventarios en línea, control de lotes y series, conteos y reposición de mercadería, así como el procesamiento de órdenes de trabajo y administración de devoluciones, por ejemplo,  han sido posibles gracias a la conectividad y nuestra pasión por los KPI.

Gracias al internet móvil, es que podemos asignar pedidos a una ruta y controlar el movimiento desde el teléfono y ubicar con exactitud todos los puntos del despacho a través de Google Maps. 

Y, finalmente, cómo no agradecer a internet, la oportunidad de contar con el Cloud Computing que permite el almacenamiento y procesamiento masivo de datos, así como la instalación de soluciones de software que los usuarios pueden utilizar desde cualquier lugar.

Desechar lo que existe o comenzar desde cero al emprender una implementación tecnológica es uno de los principales temores que las empresas expresan, sobre todo en el ámbito operativo. Frente a los altos costos de inversión que “empezar desde cero” representa, la reticencia al cambio y la incertidumbre operacional los implementadores deben concluir si efectivamente se requiere tirar todo por la borda o es mejor optar por tecnologías que se integren a los sistemas vigentes.

Muchos ven en la implementación tecnológica el impulso para dar el gran salto que su empresa necesita para crecer y posicionarse en el cada vez más vertiginoso y competitivo mundo comercial. Así, optimizar los procesos logísticos se ha transformado en los últimos años en un puntal de cambios que busca mejorar los costos de operaciones, aumentar la competitividad de la compañía y responder a los requerimientos de sus clientes en cuanto a calidad de servicio. 

Optimizar la cadena de abastecimiento, la gestión del Centro de Distribución, los aspectos comerciales de una compañía, su relación con los clientes, los procesos relacionados al comercio electrónico, la toma de pedidos o la distribución son los principales aspectos que han marcado la relación empresa e implementación tecnológica. En esta línea, los distintos softwares han buscado dar respuestas a estas necesidades, generando un abanico de soluciones a las empresas, por lo cual muchos han implementados soluciones que dan respuesta a determinados requerimientos, asomando, por ejemplo, los denominados TMS, OMS, ERP, SCM, entre otros. 

Sin embargo, el Warehouse Management Systems sigue siendo la mejor opción al momento de buscar visibilidad a la cadena operacional y logística de la empresa, lo que permite a su vez identificar los aspectos a mejorar. Decidirse por la implementación de un WMS es una determinación importante a nivel empresarial, no solo por el costo que podría significar, sino también por las repercusiones que tiene a nivel operacional. 

Pero ¿es necesario a nivel de software o tecnológico comenzar de cero al implementar un WMS? La respuesta es clara: NO. Hoy más que nunca la capacidad de integración de los WMS es una de las cualidades más apreciadas. Las empresas valoran la capacidad de integración que tiene la solución con otros softwares que se entiende como la capacidad de conversar con otros sistemas. 

La interacción y comunicación, en cuanto a la disponibilidad de datos e información, es clave para posicionar a un WMS en el mercado moderno, dado que las empresas buscan y valoran el que sus sistemas conversen entre si, en función de mejorar sus procesos y funcionamiento integral como compañía. 

¿Cuentas con un Warehouse Management Systems creado para la integración? ¿Conversan tus sistemas? Para seguir avanzando en este mundo tecnologizado con miras a la automatización de procesos y mejora continua es necesario dar respuesta a estas interrogantes.

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Considerada como una de las tendencias con mayor atención en el sector empresarial, la adopción de las tecnologías Cloud se abren camino en el mundo logístico, lenta pero sistemáticamente, principalmente debido a que los tomadores de decisiones resienten dejar en manos de ‘terceros’ un aspecto tan determinante de su operación como lo es la implementación y soporte de su WMS.

Con ello en mente es importante rescatar algunos conceptos que pueden ayudarnos a entender mejor de qué se trata esta tendencia y cuáles son sus características.

Básicamente, el Cloud Computing es el procesamiento masivo de datos, almacenamiento de información y servicios web que corren a través de servidores conectados a internet y por los cuales se tiene acceso a la información con sólo una conexión a la red. Como se ha establecido en las líneas precedentes, a través de este tipo de servicios se pueden comprar e instalar soluciones de software internamente y rentarlas a un proveedor externo que las almacena en sus propios servidores.

En la actualidad, el modelo Cloud se mueve en tres dinámicas: Infrastructure-as-a-Service (IaaS)

Platform-as-a-Service (PaaS) y Software-as-a-Service (SaaS), cada una de ellas con características técnicas y de costos específicas.

La primera dinámica implica que el cliente posee el software (WMS) mientras se renta al proveedor la infraestructura o el poder virtual para ejecutarlo de acuerdo a sus necesidades.

La segunda, implica que el proveedor renta una plataforma. Los servicios provistos incluyen todas las fases del ciclo de vida de desarrollo y puede usar programas de aplicación de interfaces, portales de Websites o software de Gateway.

La tercera dinámica implica la renta del software al usuario, generalmente provisto a través de un portal web o un front end. El usuario final es libre de utilizar este servicio donde quiera, mientras que el proveedor cobra una tarifa por uso.[/norebro_text]